El final del curso siempre trae consigo una mezcla de emociones: la alegría de las vacaciones que se avecinan y la nostalgia de despedir a los compañeros y maestras. Este año, sin embargo, nuestro último día de curso fue todo menos ordinario. Los estudiantes disfrutaron de una jornada llena de diversión y creatividad que quedará en nuestros recuerdos para siempre.
Talleres de Pintacaras: Transformación y Sonrisas
La mañana comenzó con talleres de pintacaras, donde la creatividad no tuvo límites. Desde mariposas coloridas hasta superhéroes y animales salvajes, los niños pudieron transformarse en sus personajes favoritos. La destreza y el talento de los artistas hicieron que cada diseño fuera único y especial. Las risas y la emoción eran palpables en el aire mientras los pequeños se admiraban mutuamente los coloridos dibujos en sus rostros.
Manualidades: Creatividad al Máximo
Paralelamente, se organizaron talleres de manualidades que permitieron a los niños dejar volar su imaginación. Las mesas estaban llenas de recortes, pegamentos y sonrisas, demostrando que la creatividad puede ser una excelente forma de cerrar el año escolar.
Colchoneta: Saltos y Diversión
La energía de los niños se canalizó en la colchoneta, una de las atracciones más esperadas del día. No había un solo rincón que no estuviera lleno de risas y saltos. La colchoneta, se convirtió en el epicentro de la diversión física, donde los niños podían saltar y jugar libremente, liberando la energía acumulada durante el año.
Fiesta de la Espuma: Una Despedida por Todo lo Alto
El broche de oro fue la espectacular fiesta de la espuma. La euforia alcanzó su punto máximo cuando el patio de la escuela se llenó de espuma, creando un ambiente festivo y refrescante. Los niños, cubiertos de espuma de pies a cabeza, corrieron, rieron y jugaron en lo que parecía un mar de burbujas. Este evento fue la manera perfecta de culminar un día lleno de alegría y camaradería.
Agradecimientos Especiales
No podemos dejar de agradecer profundamente a Eva Fernández y Mourad Lamouchi por su increíble esfuerzo y generosidad. Colaborar en un día tan especial requiere dedicación y amor por los niños, y ellos lo demostraron con el detalle de participar con la colchoneta y el cañón de espuma en este día. Gracias a ellos, nuestro último día de curso fue divertido y dejó una huella imborrable en el corazón de todos los estudiantes.
Este día no solo marcó el final de un año escolar, sino que también nos recordó la importancia de la comunidad y el poder de la colaboración para crear momentos inolvidables. ¡Hasta el próximo curso, y que las vacaciones estén llenas de tantas sonrisas como las que tuvimos en este día tan especial!
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