UN FINAL DE CURSO LLENO DE ARTE, EMOCIONES y SOLIDARIDAD

            El pasado 16 de junio, el entorno incomparable de las Ruinas de Santa María de Cazorla se convirtió en el escenario perfecto para celebrar el acto académico de final de curso de nuestro colegio. Un evento muy esperado que, una vez más, logró emocionar y sorprender por su calidad, creatividad y carga simbólica.

            La función giró en torno a una adaptación teatral de la película Los chicos del coro, interpretada magistralmente por el alumnado de 5º de Primaria, que cada año se encarga de protagonizar este acto central. Bajo una cuidada puesta en escena, los jóvenes actores dieron vida a una historia que habla de vocación, superación y el poder transformador de la educación, valores que resonaron con fuerza entre el público.

            Entre escena y escena, los distintos cursos de Infantil y Primaria ofrecieron un espectáculo lleno de color, dinamismo y originalidad con sus bailes, que hicieron las delicias de familias y asistentes, aportando ritmo, alegría y frescura a la noche.

            El acto fue presentado y clausurado por nuestra directora, Pilar Cruz, quien destacó el esfuerzo conjunto de toda la comunidad educativa. Por su parte, el maestro Fernando, dirigió unas palabras de agradecimiento a todos los que hicieron posible este evento: profesorado, familias, alumnado y personal colaborador como AMPA y Ayuntamiento. Aprovechó también para hacer un emotivo guiño a la figura del maestro vocacional, reivindicando su importancia a través del personaje Clémence Mathieu, protagonista de la obra.

            Como colofón solidario, durante el acto se instaló una tienda con manualidades elaboradas por el alumnado, cuyos fondos —un total de 340 euros— han sido destinados íntegramente a ayudar a niños damnificados por la guerra en Gaza, demostrando, una vez más, que nuestros pequeños también tienen un gran corazón.

            Un final de curso inolvidable que, además de celebrar lo aprendido, nos recordó el verdadero sentido de la educación: formar personas con talento, sensibilidad y compromiso con el mundo que les rodea.

            Aquí podéis ver el teatro:



            Aquí podéis disfrutar de los bailes:


GRADUACIÓN DE INFANTIL: UN ADIÓS LLENO DE EMOCIÓN

            El pasado viernes 20, nuestro colegio vivió uno de esos momentos que quedarán grabados en la memoria de todos los presentes: la graduación de nuestros pequeños de Educación Infantil. Un acto cargado de ternura, emoción y orgullo, que simbolizó el cierre de una etapa fundamental en la vida de nuestros niños y niñas.

            La ceremonia fue inaugurada por nuestra directora, quien, con palabras llenas de cariño y reconocimiento, felicitó a las familias, a las maestras y, por supuesto, a los verdaderos protagonistas: nuestros pequeños graduados. Su discurso fue un homenaje al esfuerzo compartido y a la ilusión que ha acompañado cada paso durante estos primeros años escolares. Posteriormente, palabras de reconocimiento de la seño Loli a cada uno de los pequeños, a sus familias y a quienes han trabajado codo con codo con ella para llegar hasta aquí, especialmente la seño Cristina.

            Tras la bienvenida, los niños nos deleitaron con poesías recitadas con entusiasmo, canciones que llenaron el aire de alegría y bailes que arrancaron sonrisas y aplausos entre el público. Uno de los momentos más especiales fue la proyección de un emotivo vídeo que recogía momentos vividos a lo largo de estos años: juegos, aprendizajes, abrazos, risas… Una ventana al pasado que nos recordó cuánto han crecido y cuánto han aprendido.

            El acto culminó con la tradicional imposición de bandas, símbolo del fin de la etapa de Infantil. Uno a uno, los niños fueron recibiendo su banda con orgullo y emoción, mientras padres, madres, y docentes contenían las lágrimas. Fue inevitable emocionarse al ver a las seños Loli y Cristina, quienes han acompañado con tanta dedicación y entrega a estos pequeños en su camino. Su implicación, su ternura y su pasión por enseñar fueron visibles en cada detalle del acto.

            Risas, emociones compartidas y alguna que otra lagrimilla escapándose sin remedio fueron la tónica de una mañana mágica. Sin duda, fue un acto bonito, emotivo y lleno de significado que siempre recordaremos con una sonrisa en el corazón.

            ¡Felicidades, pequeños graduados! El futuro os espera con los brazos abiertos.