miércoles, 16 de septiembre de 2020

COLORÍN, COLORADO...

 

Querido compañero y amigo:

Nos tenías tan mal acostumbrados que ya te echamos de menos. Se hace extraño llegar a primera hora y no verte, ni conocer las noticias más importantes de primera mano. Se hace el silencio en la sala de ordenadores y ya, solo resuena la contundencia y claridad con la que decías las cosas.

Has decidido marcharte en un tiempo en el que nos haces mucha falta: el colegio que nos han forzado a presentar poco se parece a aquel en el que te has dejado la piel durante veinte años. Necesitamos sentido común, criterio y llamar a las cosas por su nombre. Por eso, no vamos a invitarte a que vengas ahora. Esperaremos a que esta hostilidad se desvanezca y todo sea más cercano, más como a ti te gustaba.

Queremos decirte que has dejado una huella importante en nosotros y que tu paso por nuestro colegio no termina ahora, nos acompañará para siempre. Vete tranquilo, ve a sembrar “otro campos” y a cultivar esa humanidad que atesoras.

Queremos que al cerrar la puerta que tanto tiempo abriste, te quedes con lo verdaderamente importante: la sonrisa que pusiste en el corazón de tus alumnos y la libertad de pensamiento que siempre le inculcaste.

Te deseamos lo mejor, tu felicidad y tus logros, como siempre, serán los nuestros.

Un abrazo, amigo Eugenio.